Diablita

Diablita,
así me llamaba mi padre,
el mismo que hoy arde en el infierno.

Lo veo quemarse, y me estremezco
de placer.

En la primera corrida

Con tu traje de luces y montera
amolaste tu espada y estoque
agitaste tu roja muleta y capote
planificaste la estocada certera

Mis cuernos no intimidaron
tus sangrientos besos picadores
que abanderillaron mis emociones
y mi ego bravío asesinaron

En el albero fui fácil contendiente
acometida corneé descompuesta
ante lo embriagante de tu puesta
y el dominio de tus molinetes

Caí ante mi torero descabellada
en la primera y única corrida
descepada, derrengada, vencida
fútil borrega enamorada

te entrego hombre

me entregaste tu inocencia
pero no quise aceptarla
era de ella no mía
pero sí acepte tu cuerpo
hasta entonces virgen
lo hice experto en caricias
sabio en embestidas
le quite los nervios,
las culpas, las represiones
te entrego hombre
a ella, a tu futura esposa
intacto estas, aún inocente
ahora listo para amar con la piel
como tan arduamente te hice practicar
te entrego hombre
y me siento orgullosa
fue un placer estrenarte
saber que no saldré de tu memoria
aún cuando cruces el altar

Lucero y tú

tu propuesta le vestirá
luego de desnudarse

tu lujuria morirá
luego de actuarte

tu saliva se secará
luego de ducharse

tu teléfono desaparecerá
luego de cobrarte

tu dinero perderás
luego de estafarte

Miguelina I

Dejó atrás las demasías,
palacios de cristal inventados,
se encomendó a las fantasías
para sumergirse al dolor del esclavo

En su mundo, aún era princesa
y alardeaba de sus antepasados
tejía en la red cuentos de fresa
vaciando sus tristes retratos

¡Pobre Miguelina!, exclamamos todos
¡Cuán triste debe ser tu frío cuarto!
donde el sapo que creíste príncipe
no te corona como habías soñado

Lamento de Yocasta

te debo algo, dijiste
debes amarme, pensé
un beso de Día de Madres, respondiste
tus labios saldaron, alumbré

dos años desde que desapareciste
ese Día de Madres jamás olvidé
fuiste el hijo que más quise
te recogí en mi vientre, te amamanté

hoy es Día de Madres, que despiste
lo has olvidado otra vez
Edipo no me recuerda, que triste
por verme siempre madre y no mujer

Hueles

Hueles a caricias sabias
a viaje, música y fotografías
Hueles a lo que quiero
a vino y eróticas fantasías

Hueles a España y sus calles
a elixir y veneno de ruda poesía
Hueles a alcohol con sexo
a lo que me llama a la herejía

Hueles a marihuana en tinieblas
a melocotón de vela encendida
Hueles a lluvia fría de verano
a no quiero estar más vestida

Resistencia

Me protegeré de sus fluidos,
de su lasciva hacia mi cuerpo;
neonato amor parido muerto,
absurdo hastío mil veces huido.

Nunca le regalaría una canción,
no inspira mas que rechazo,
el deseo a buscar otro regazo,
amor en otra censurada oración.

Alambraré mi espacio en la indiferencia
hasta que su amenaza se aparte de mí;
planificaré el asesinato más vil
del testarudo amor con mayor resistencia.

Toma mis ojos

Toma mis ojos
mírate
observa tu perfección
estas enamorado, eres un sol

Toma mis ojos
mírame
igual soy perfecta
aunque tuerta, ciega de amor

domingos al sol

vaya, otro domingo
cuanto silencio y calor
no hay playa que moje
ni película de terror

nombres vaguean la memoria
pero el cansancio los disipó
es tan aburrida la melancolía
que ni el dolor acarició

es otro domingo al sol
adornado de telarañas
el hastío saturando los pulmones
la paz sofocando las entrañas

bendito sea el séptimo día
en el que dios descansó
dejándonos trabajar el suelo
masturbados en un colchón