duele

Me duele la quietud
Que invade mis músculos
Y silencia los pensamientos coherentes

Me duele la soledad
Que acompaña estos días inertes
Y grita vacío en cada ángulo

Me duele el ocio
Que enriquece mi imperio de cartón
Y entretiene mis neuronas con veneno

Me duele este rincón
Que aprieta mi cuerpo en desuso
Y lo enmohece a la brisa del olvido

te deseo

con la sabiduría de mis labios
con el ímpetu de mis caderas
con la furia de mi vientre
con la firmeza de mis pezones
con la humedad de mi vagina
con el sudor de mi cuerpo febril
con la gravedad de mi cuerpo
con la sed en mi lengua sedienta
con la necesidad de la copulación
con el deseo de un sexo superior
tu sexo

Bautizo

Necesitaba bautizarme,
estaba perdiendo el paraíso por ser hija de Eva,
pero no estaba dispuesta a sufrir lo que mi madre.

Yo, la nueva mujer, limpio mis culpas,
devuelvo la costilla de la deuda impuesta,
exijo indemnización por el edén negado,
la libertad que me fue robada
y la posesión de mi cuerpo.

Con las aguas del valor
destierro al hombre de mi paraíso.
Con las aguas de la justicia
me bautizo Víbora.

cuartada de la locura

“Mi cerebro esta jodío, lo sé
pero no debo quejarme
es fuerte aunque se tambalee
no es fácil recibir tanto golpe
cuchillada
mierda
propaganda
política
marido
divorcio
grito
regaño
fetiche
químico
abandono
enfermo
desvelada
verborrea
violencia
guerra
ridículo
injustucia
educación
disciplina
horario
regla
-¡silencio!-
y tanta estupidez de un mundo
aún más jodío
lo mío no es locura
es una reacción alérgica"

Tristes notas de un encuentro

Hoy te busqué
en las páginas donde te conocí
surqué los espacios
donde no te encontraría
pero olería tu ausencia
suficiente para mí

Hoy te busqué
por las microfibras de mi computadora
recorrí sus cables
donde no te encontraría
pero te recordé encontrándome allí
y me hiciste sonreír

Hoy te busqué
en las letras de tu música
viajé los acordes de tus manos
donde no te encontraría
pero escuché que aún tocabas
e inventé que era para mí



Hoy te busqué
en el vacío que dejaste
navegué todo mi cuerpo
donde sí te encontraría
en humo, huellas, destrozos
y encontré que era mejor morir