la amante equilibrada

antes de languidecer en el desierto que ofreces
huyo al rocío prestado de los besos furtivos
hidrato con ellos la piel que secas con alevosía
remojo mis pies cansados de bailar en tus silencios
revitalizo mi orgullo mustio por la aridez de tus ofertas

sin esperar a marchitarme en el ártico de tus poquedades
me fugo al trópico de los engaños benévolos y justificados
sostengo con perfidia mi mal gusto por tu egoísmo ineludible
doy sol a mi dignidad congelada en tus frases petulantes
ajusticio las afrentas de tus voluntades pasmadas

previo a revelarte el verdadero rostro de tus esfuerzos engreídos
compenso con bombones mi ego apaleado en tus labios tacaños
rejuvenezco en frases ilícitas mis oídos últimamente sordos
te espero y me espero en brazos dispuestos y complacientes
maquillo tus fealdades con pinceladas traidoras de verdadera belleza