...

si confesar calmara las penas de mi pecho...
pero no le llamen desconfianza
es vergüenza

si develarme ofreciera libertad a mi alma...
pero no lo vean como cobardía
es prudencia

si sincerarme purificara mi cuerpo en vuestros ojos...
pero no crean que os engaño
es amor

si perdiera la vergüenza, la prudencia y el amor...
pero no aseguren que delirio
es la conciencia

y el verbo se hizo mujer

tenías que materializarte
y dios te hizo mujer
intensa, brillante, creativa
y con los años te solidificas
mujer de piedra punzante
herramienta, imperecedera, tajante
capaz de doblar el hierro
y carbonizar al diamante
poderosa, maquiavélica, genial
escudo y flecha de tu entorno
tinta y papel transversal


para kay (Glifo)

salomónica

sube a la montaña salomónica
desde allí verás las verdades del mundo
alucinarás frente a su situación caótica
cada individuo delira vagabundo

en las alturas toca la armónica
para dejar al engaño moribundo
arrebatándole su sonrisa erótica
clavándole el puñalazo profundo

Salomón y su sabiduría antibiótica
te señalarán la cara del iracundo
le ignoras con añoranza neurótica
le cierras el paso con un ¡NO! rotundo

en el pico de la cápsula amniótica
te librarás de lo nauseabundo
cuando expulses la pasión robótica
y cada capcioso verbo infecundo

la reminiscente Maria

oh! santa yerba
que inundas los fuegos con sabiduría
y sanas las heridas del día

oh! benigna hija de la tierra
que me recoges de mis rodillas
y perdonas a las ofensivas ladillas

bendita tú, Maria Juana
que eres la madre intermediaria
entre Yo, mi dios, el pendejo que duerme
y despierta reminiscente

oh! piadosa naturaleza que me adviene
me perdona
me guía
me sostiene
me ofrece claridad entre sus bienes

escéptica artimaña

polvo y telarañas
en pieles aledañas
revuelven mis entrañas
crean musarañas
las depresiones se extrañan
me vuelvo ermitaña
me recargo de cizañas
en mi adicción a las migrañas
de las peores calañas
que queman mis pestañas
evitando las lagañas
en estos ojos que me engañan