psicosis

psicosis
dije lo que debía decir
halé de mis cabellos
me maldije por ti
escupí al reflejo del espejo
desgarré mis vestidos
arañé la piel que ensuciaste
te llamé, te grité, te conjuré
no respondiste

psicosis
siempre tuya y ella conmigo
sal de mí
abandona mi razón
esfúmate con ella
conmigo

extasiada

hoy me fijé en los lunares de tu cuello
quise contarlos con mi lengua
uno por uno
noté de cerca tu mirada con estrabismo
donde me encanta extraviarme
y jugar con el niño de tus ojos
ese mentirosillo con quien juego a los detectives
tu pelo enmarañado con rayitos de plata
tus labios
¡ay tus labios!
esos siempre húmedos y tentadores
juguetones, rosaditos
con apariencia inexperta, já!
tu nariz de pinocho
con recuerdos de mis dientes
siempre brillosita y husmeando
tus secas mejillas con el mejor perfume
donde me agarro con pavor al despegue
olfateo el alma que deseo poseer
sentí el timbre de tu hombría
el ronquido sordo de ese demonio que me enloquece
y me desbordé de adentro hacia fuera
tu hermoso rostro me retorció la pelvis
no tuve que tocarte
me bastó mirarte
para vaciarme en tu belleza infernal

¡ay que mula más burra!

me enamoré de un burro
sí, la burra soy yo
pero es que era un burro fuerte
y pateaba con pasión
pero era burro
sí, la burra soy yo

yo buscaba lo doméstico
pero este burro era onagro
se empeñaba en hacerme mula
pero era burro, ¿qué iba a saber?
sí, la burra soy yo

ni de carga, ni de transporte
era un burro estéril y vago
sin saberse burro rebuznaba arrogante
pero era burro, ¿qué iba a saber?
¿quién se enamora de un burro?
sí, la burra soy yo

Eutanasia XXXII

mueren las ganas sin ganas de morir
muere mi pecho de corazón muerto
muero y mueres a viva voluntad
morimos para volver a resucitar
sobre otros cuerpos descompuestos